Parece un sueño

 I

Aparecí acá. Del otro lado del espejo. Cuantas veces intenté y recién lo logro. Después de muchos intentos. Ella me está buscando. No me encuentra. Mi cuerpo inmóvil. Intento levantar la mano. Chasquear los dedos. No tengo conexión con mi cuerpo. No me puedo levantar. Elena mira el reloj. Yo miro mi pecho. Miro el techo que se comienza a abrir. Los escombros vuelan en cámara lenta y dejan ver el cielo. Estrellado el cielo. Como luego de una tormenta. Frío. Siento frío y no me tengo nada para abrigarme. De repente una luz invade la habitación. Debe venir alguien. El techo sigue abierto y veo como se alejan los pedazos de escombros como si afuera no hubiese gravedad. Que grave es todo esto. ¿Qué mas me espera ver esta noche?

Cierro los ojos y trato de pensar en cosas lindas. Busco en mi memoria su sonrisa en días soleados. La brisa matinal despeinándola. No consigo salir de acá, ni siquiera mentalmente. Por un instante.

Quisiera abrir los ojos y volver a estar parado. Del otro lado del espejo. Diciéndome que nada me podrá detener. Pero estoy postrado. O así me siento. No lo puedo corroborar. Creo que estoy en un sueño.


II

El cielo comienza a tomar color. De un nuevo amanecer. Parece que hoy tendré luz. Mas no me imagino saliendo de aquí. Mis manos aún no me responden. Solo puedo mover los ojos. Creo que tengo la boca abierta. Aunque no puedo verlo, ni sentir al menos el tacto. Cuando pienso que todo será como ayer logro escuchar una puerta.

Ella entra a con una botella de agua y un pedazo de algodón. Lo moja y descubro que la botella tiene alcohol. Siento el olor. Pasa el algodón por mi frente. Sonríe y cierra lentamente los ojos. Me indica que haga silencio y mira atrás. De repente siento ardor en mi cabeza. Debo tener una herida. Pienso en gritar del dolor. Debe ser una herida grande. Ella me acaricia la mejilla, sonríe y me mira con lástima. Trajo también un vaso. Ese si tenía agua. Lo acerca a mi boca, que efectivamente está abierta. Creo que estoy tomando agua. Necesito saber que está pasando. Esto no parece un sueño.


III

Se fue y dejó la puerta abierta. Es media mañana y siento olor a leña. El techo sigue abierto y los escombros se perdieron de mi vista. Creo que tengo el cuello inmovilizado. Me imagino que mi cabeza está herida. Intento mover mis manos y sigo sin poder lograrlo. Tengo la vista fijada en el techo. En lo que quedó del techo. Como si hubiera explotado hacia arriba.

Un extraño frío húmedo y tibio recorre mi espalda. El baño. Tampoco pude ir al baño. Nadie se ha acercado en horas. Ya comienzo a dudar de si recuerdo su rostro o lo imaginé.

Un sonido metálico constante, como de ruedas atraviesa mi cabeza. De derecha a izquierda. Puedo escuchar, pienso. No todo está perdido. Siento ganas de escuchar mas cosas. Quisiera escuchar música. Quisiera saber donde estoy. ¿Cómo hacerme entender? Nadie viene a mi. Mi cerebro sigue dando ordenes pero no hay conexión. Mi cuerpo no responde. Pienso en ¿Qué es el cuerpo? Es real esto que siento. Temo que sea para siempre. Depender de otros para seguir con vida. No es lo que deseo. Pienso en el final. Pienso en un final. Ruido metálico acercándose. De golpe un estruendo y una maldición entran por mis oídos. Esto parece un sueño.


IV

Logré girar mi cabeza. Eso desvanece mi teoría del cuello inmóvil. Siendo optimista mi cerebro está volviendo a conectar con mi cuerpo. Debo estar en un quirófano. O en terapia. Nadie me lo afirma. Nadie me lo niega. Hoy ella no vino. Dudo de conocerla. Tal vez esto si es un sueño. Y ella en realidad…

De ser así sería caótico. Tendría que haber alguien que me recuerde quien soy. Siento que en cualquier momento alguien aparecerá en mi vista. Y dirá mi nombre. Yo extrañado miraré, pero tal vez, solo así recuerde quien soy. Quien fui.

Dudo de todo. Nadie ha aparecido en horas. Será que me dejaron acá. Intento levantarme, moverme, mover los dedos. Solo puedo girar la cabeza hacia el hombro izquierdo. No veo mas que mi cuerpo cubierto por una sabana. Veo con claridad lo que debe ser mi hombro. La luz está tenue y desdibuja el resto de mi visión. Me sorprende cuantas posibilidades me imagino. Tal vez me golpeé la cabeza y no recuerdo lo que pasó. Será que me encontraron así. Y ellos tampoco saben quien soy. Esto parece un sueño.


 

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