Dos razones
I Primero, me llama mi hermano. Y como cada vez, me dice algo falso. Me dice que se quedó sin nafta volviendo de la playa y que lo tenía que auxiliar. En seguida me di cuenta de que estaba en la calle, por el ruido de los coches. Después me dice que estaba filmando una película. Así, de la nada. Que no tenía tiempo para explicarme, pero que estaba dirigiendo una película. Rarísimo. Él es gerente de ventas en una empresa. Nada que ver. II Acto siguiente, es de tardecita. Una tarde otoñal. Creo que el otoño es mi estación favorita. Yo pensaba que era la primavera, pero no. Evidentemente es el otoño. Siempre que escribo lo evoco, en mis sueños también. Siempre es otoño. No sé por qué. Volviendo; es de tardecita. Estamos en lo que debe ser el set de filmación. Una casa, más bien una cochera. Que en otro momento del día debe funcionar como una peluquería. Pero una peluquería de barrio. Año 97, con butacas giratorias de fundición. Pesadas, inamovibles, que son aprovechadas para un ca...